Lesa humaniodad. Por la causa «Vesubio III», Condenan a seis exagentes del Servicio Penitenciario y dos exmilitares en juicio .
El Tribunal Oral Federal 4 de la Capital Federal condenó hoy a seis exagentes del Servicio Penitenciario Federal y dos exmilitares imputados por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención bonaerense de «El Vesubio», que funcionó en el partido bonaerense de La Matanza durante la última dictadura cívico militar.
Los jueces del tribunal, María Gabriela López Iñiguez, Néstor Costabel y Daniel Obligado, condenaron a cadena perpetua al ayudante de 5°, Milcíades Luis Loza; al oficial adjutor, Hugo Roberto Rodríguez y al excoronel, David Cabrera Rojo, por considerarlos coautores de los delitos de privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos perpetrados en el «El Vesubio».
Por otra parte, el adjutor principal, Eduardo David Lugo, fue condenado a 15 años de prisión; el ayudante de 5° Olegario Domínguez, a 14 años y los subayudantes, Roberto Horacio Aguirre y Florencio Esteban Gonceski, a 13 años y 6 meses, por ser considerados partícipes secundarios de los delitos cometidos.
En tanto, el exteniente Eduardo Cubas fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión por ser considerado coautor penalmente responsable del delito de privación ilegal de la libertad en grado de tentativa por el caso de Mario Rubén Arrosagaray.
Luego de la lectura de las condenas, el tribunal notificó la inmediata detención de Cabrera, Rojo y Cubas; así como el sostenimiento de las prisiones preventivas, en las condiciones en que se vienen cumpliendo, de Loza, Rodríguez, Lugo, Aguirre y Gonceski.
El fallo, en tanto, consideró «los casos de violencia sexual contra las mujeres» como «constitutivos de crímenes contra la humanidad» y por ende, imprescriptibles en los términos de la Ley 24.584.
También se dispuso «la reparación histórica de legajos laborales y/o estudiantiles para aquellas víctimas de esta causa a las que se aplicaron cesantías, suspensiones, despidos o expulsiones».
La lectura del veredicto se efectuó hoy de forma semipresencial en el edificio de Comodoro Py 2002, en la sala AMIA, y contó en el inicio con la lectura de los nombres y apellidos de las 370 víctimas de privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos perpetrados en el centro clandestino de detención.
La fecha de audiencia para la lectura integral de los fundamentos de la sentencia fue fijada para el próximo 2 de junio, a las 13.
En este juicio se analizó el tercer tramo de la investigación en el que se abordaron 50 homicidios y 370 casos de privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos.
Al finalizar la audiencia, la abogada querellante por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), Sol Hourcade, consideró que una vez que se conozcan los fundamentos evaluarán la pertinencia de recurrir esta sentencia a la Cámara Federal de Casación Penal.
«Notamos que hay algún tipo de apreciación del tribunal sobre la participación de los imputados, nosotros que estuvimos en el alegato y son autores de todos estos delitos, que hizo que el tribunal por mayoría estableciera la participación secundaria y eso afectó la pena que se le impuso de cada uno de ellos, a tres en particular», explicó Hourcade en diálogo con Télam.
Por otra parte, una de las sobrevivientes del Vesubio, Silvia Saladino, valoró como «positiva» la presidencia de Iñiguez por la cuestión de género y el modo en que encaró la lectura del fallo al nombrar a todas las víctimas y la reparación de los legajos, pero señaló que «las condenas saben a poco».
«Estos juicios van para muy largo, en el camino unos mueren impunes así como en el camino también mueren los compañeros y las compañeras, por eso decimos que cuando la justicia llega tarde, no es justicia», remarcó Saladino.
Verónica Castelli, hija de los detenidos desaparecidos Roberto Castelli y María Teresa Trotta -quien estaba embarazada de seis meses y medio al momento de su secuestro- expresó a Télam que cuando comenzó la lectura de las sentencias a cadena perpetua «se emocionó mucho», pero que el resto de las condenas le parecieron «muy bajas».
«Yo esperé 31 años para poder conocer a mi hermana, entonces, que me digan que personas que son responsables de 300 casos de secuestros, desapariciones y torturas, 50 homicidios, sea el grado de participación que sea, la pena sea de 15 o 13 años, para mi tiene gusto a poco», evaluó.
A su vez, Castelli remarcó que no pretende que «una pena vaya a reparar algo de lo que pasó con nosotros, porque es irreparable» y afirmó que «lo que nos quitaron, no hay forma de que alguien nos lo pueda devolver pero considero que estos actos son reparatorios para la sociedad argentina. Nos merecemos condenas mejores».