Nobel de la Paz iraní Narges Mohamadi inicia una nueva huelga de hambre junto a otras 60 presas

Alrededor de 60 reclusas de una prisión en Irán, lideradas por la premio Nobel de la Paz Narges Mohamadi, iniciaron hoy una huelga de hambre en rechazo al aumento de las ejecuciones ordenadas por las autoridades iraníes.

La huelga de las presas de la cárcel de Evin, en Teherán, la capital iraní, se extendió a disidentes que viven en Irán y en el exterior, ya que también les preocupa que otras penas capitales puedan aplicarse de forma inminente.

La familia de Mohamadi, voz oficial para las iniciativas de la premio Nobel, difundió en redes sociales un comunicado conjunto en el que denunció la “brutalidad” de un sistema legal que consideran al servicio del gobierno para “violar los derechos humanos”, informó la agencia de noticias Europa Press.

La huelga de hambre en principio se limita a este jueves.

Otras 37 mujeres firmaron un comunicado de apoyo a estas presas y se sumaron al ayuno, ya que entienden “los costos que podría implicar” para quienes aún siguen entre rejas en Irán.

“Estamos a su lado, sabiendo que este acto de solidaridad necesita de apoyo exterior”, señalaron las firmantes, entre las que figura la activista británica Nazanin Zaghari-Ratcliffe, que también estuvo recluida en Evin.

“Seremos su voz para que el mundo oiga su mensaje y termine la pena de muerte en Irán”, añadió el mensaje de las mujeres.

La república islámica ha ejecutado en lo que va de año a más de medio centenar de personas, entre ellas Mohamad Ghobadlu, un joven discapacitado intelectual acusado de matar a un agente de Policía durante las protestas por la muerte de Mahsa Amini, la joven que murió en custodia policial en 2022 por supuestamente llevar mal colocado el velo islámico de uso obligatorio.

Mohammadi, ganadora del Nobel de la Paz en 2023 “por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y por la promoción de los derechos humanos y la libertad para todos”, fue reiteradamente condenada y encarcelada en los últimos 25 años por su militancia en rechazo al uso del velo obligatorio para las mujeres y de la pena de muerte.

La activista, que está presa desde 2021, había hecho una huelga de hambre en diciembre, el mismo día de la entrega de su premio en Oslo, donde estuvo representada por sus hijos.