OIEA descartó minas en una parte de Zaporiyia, pero denunció a Rusia por restricciones a la planta

El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) informó hoy que no encontró minas ni explosivos en las inspecciones adicionales realizadas esta semana en la planta nuclear de Zaporiyia, pero aclaró que el recorrido fue parcial, dado que Rusia aún no lo autoriza a revisar los techos de los reactores de la central, donde Ucrania cree que las tropas rusas colocaron explosivos.

“Tras sus visitas a las unidades 1 y 3 a principios de julio, los expertos del OIEA fueron al edificio del reactor de la unidad 2 el 17 de julio y a la unidad 4 al día siguiente”, explicó el director del OIEA, el argentino Rafael Grossi, en un comunicado.

Si bien los expertos “vieron camiones de transporte en las salas de turbinas de las unidades 1, 2 y 4, no había indicios visibles de explosivos o minas”, remarcó el diplomático.

Sin embargo, reiteró que “el equipo aún no ha obtenido el acceso solicitado a los techos de los reactores y sus salas de turbinas, incluidas las unidades 3 y 4, que son de especial interés”.

“La Agencia sigue solicitando dicho acceso”, remarcó Grossi, sobre el área en el que Ucrania sospecha que las fuerzas rusas, que ocupan la planta, colocaron minas o explosivos.

La central nuclear más grande de Europa, que cuenta con seis reactores, está ocupada por las fuerzas rusas desde marzo de 2022, pocos días después de haber lanzado su invasión a Ucrania.

Los expertos del OIEA revisaron las instalaciones de cuatro de los seis reactores de la central, sin hallar rastro de los explosivos denunciados a finales de junio por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).

El organismo ya había alertado que, a pesar de no haber localizado minas en la central, en el pasado sí había encontrado explosivos “fuera del perímetro” de las instalaciones nucleares y “en lugares particulares dentro”, sin precisar dónde.

Pese a estas afirmaciones, Ucrania insiste en que Rusia minó el lugar y lo acusó a principios de este mes de preparar una “provocación” colocando “objetos similares a artefactos explosivos” en los techos de los reactores 3 y 4.

También publicó un mapa en el que se muestran los posibles lugares donde fueron instaladas, según las agencias de noticias AFP y Europa Press.

El Kremlin, que rechaza las acusaciones, advirtió de un posible “acto subversivo” por parte de Ucrania que podría tener “consecuencias catastróficas”.

Frente a ese cruce de acusaciones, el OIEA pidió acceder al techo de los reactores en cuestión y “verificar los hechos en el terreno” de forma “independiente y objetiva”.

Grossi dijo más tarde que se habían registrado “avances” y que su equipo había podido visitar las piscinas de refrigeración del combustible.

Pero todavía no fueron autorizados a acceder a los techos, y ya hace casi dos semanas que solicitaron permiso.

“El equipo del OIEA no informó haber escuchado ninguna explosión durante la semana pasada, en contraste con la semana anterior, cuando fue casi un hecho diario, lo que subraya la volátil situación de seguridad en la región ubicada en la primera línea del conflicto”, agregó Grossi en el comunicado publicado en la página web del organismo.

De acuerdo con el texto publicado hoy, desde enero de este año, el OIEA también tiene una presencia en las plantas de energía nuclear Khmelnitsky, Rivne, Sur de Ucrania y Chernobyl, en territorio ucraniano, donde no reportaron problemas relacionados con la seguridad o la protección nuclear.

El OIEA anunció que la próxima semana enviará una misión de investigación a Kiev y Jarkov como parte de las actividades para ayudar a Ucrania a garantizar la seguridad tecnológica y física de las fuentes radiactivas, que se utilizan comúnmente en una amplia gama de actividades pacíficas, por ejemplo en hospitales y la industria.

Desde mazo de 2022, tanto Rusia como Ucrania se acusan mutuamente de ataques a la planta nuclear y de cortes de electricidad en varias ocasiones, una situación inestable que hace temer un gran accidente nuclear.