Eliut González: “A nosotros nos juntó las ganas de tocar reggae”
Mientras atraviesa su primera gira europea, la banda puertorriqueña de reggae Cultura Profética se prepara para regresar a la Argentina donde el próximo 27 presentará en el estadio porteño Movistar Arena el recital “25 años-Sobrevolando”, en el que repasa su trayectoria y una apuesta estética y política que para su cantante y bajista Willy Rodríguez es “un poco más tensa y complicada que la que propone la música urbana”.
“Obviamente no nos pondríamos a competir con las personas que están haciendo música urbana porque es música mucho más accesible para las masas. Pero nosotros nos propusimos algo un poco más tenso y complicado. Y lo entendemos tal cual es, lo asumimos y vamos para adelante con eso”, reflexiona Rodríguez durante una comunicación con Télam.
De paso por Madrid donde este martes ofrecerán el tercer concierto de un tour que ya pasó por Londres y Lisboa y que aguarda por nuevas funciones en París (miércoles 12), Dublín (jueves 13), Amsterdam (domingo 16) y Frankfurt (lunes 17), tres de los integrantes de Cultura Profética defienden la postura que el grupo sostiene desde hace un cuarto de siglo.
“La escena cambió y en ella nosotros estamos sobrevolando y sobrevivimos con la dicha de haber tocado para tanto público y de contar con un respeto tan amplio y masivo hacia nuestro proyecto que hace que nos escuche todo tipo de gente y realmente nosotros no tenemos ningún conflicto con el género urbano”, asegura el barbado guitarrista Eliut González.
En el mismo sentido, el pianista y tecladista Juanqui Sulsona subraya que “tenemos muy buenas relaciones con la mayoría de los artistas de la música urbana y todos y cada uno de ellos nos han hecho acercamientos para hacer colaboraciones desde hace mucho tiempo y eso para nosotros es un halago, innegablemente, porque personas que ahora mismo están teniendo pues tanto éxito y tocando para tanta gente, nos vean a nosotros también como un tipo de referente”.
Para cerrar las referencias a esa relación con un género musical que tiene su epicentro en el país donde Cultura Profética asomó como novedad en 1996, González retoma la palabra y apunta que “tratamos de aprovechar cada uno de esos intercambios para aportar nuestro granito de arena sea musical como también emocional, espiritual y en cuanto ideas para de cierta manera ayudar a elevar un poquito el juego”.
La singularidad del conjunto que actualmente completa su formación base con Omar Silva (guitarra y bajo) colocó siempre a su propuesta como una rara avis musical por su apego al reggae cantado en español a través de composiciones propias, por su carácter de banda independiente y por su ningún prejuicio a incorporar temáticas sociales y canciones de otros géneros (como por ejemplo “Por qué cantamos”, de Benedetti-Favero; o “Te doy una canción” y “Lo de menos”, ambas del cubano Silvio Rodríguez).
Con ese bagaje personal y arriesgado, la agrupación que alcanzó popularidad con “Fruto de la tierra” (del primero de sus seis álbumes, “Canción de Alerta”, de 1998) volverá a escenarios locales para sonar el jueves 27 desde las 21 el estadio sito en Humboldt 450 (con localidades en venta en www.movistararena.com.ar).
“Para Cultura Profética un país lo hace la gente y no sus políticas por más que los políticos decidan mucho de lo que vive la gente. Nosotros somos la gente y vamos siempre por seguir entregando el granito emocional que aporta la música.”WIlly Rodríguez
“Por el hecho de estar festejando 25 años y tener una relación con el público argentino, obviamente vamos a ir escogiendo específicamente los momentos que nosotros entendemos son los más representativos de lo que es el proyecto pero con un show largo ya que venimos bien ensayados porque en Puerto Rico hicimos un concierto grande de casi cuatro horas repasando nuestra discografía”, avisa Willy.
-¿Qué balance hacen del camino trazado por Cultura Profética?
Eliut González: A nosotros nos juntó las ganas de tocar reggae, nosotros decimos curarnos tocando la música que en ese momento pues nos estaba haciendo vibrar y no existía porque no sabíamos que existían grupos como Los Cafres y con muy pocas referencias de Los Pericos, o Los Cadillacs, pero todo lo demás llegó de manera orgánica porque nosotros entendimos que no solo éramos músicos de reggae, sino que éramos músicos globales que nos gustaba todo lo que tocábamos todo que venía de diferentes lugares y con ese bagaje las influencias se fueron colando y desde entonces seguimos como dando bofetadas musicales.
Willy Rodríguez: Pienso que lo principal ha sido de todo el compromiso que hemos tenido y que ha logrado que tengamos algo mucho más grande que nosotros mismos por haber despertado la curiosidad nuestra y de mucha gente y eso lleva a cuestionarse qué fue lo efectivo de ese proceso. Es importante encontrar ese balance entre lo que ya sabes y lo que te movía cuando no sabías la mitad de estas cosas, para así seguir componiendo con una percepción limpia a la que siempre tratamos de volver.
-En mayo pasado volvieron a tocar en Venezuela después de siete años y de haber realizado masivos recitales allí ¿cómo fue ese regreso?
Juanqui Sulsona: Es lindo poder recalcar que aún cuando fuimos muchas veces a Venezuela invitados y pagados por el gobierno de Hugo Chávez, siempre fuimos por la gente y no por la política. Para nosotros es un honor y siempre lo será que cualquier gobierno, incluido el de Puerto Rico, nos contrate para un evento gratuito porque eso nos permite ser accesibles a las personas que no tienen la economía como para pagarse un boleto y ser parte de una actividad popular.
Willy Rodríguez: Para Cultura Profética un país lo hace la gente y no sus políticas por más que los políticos decidan mucho de lo que vive la gente. Nosotros somos la gente y vamos siempre por seguir entregando el granito emocional que aporta la música.
Eliut González: Por suerte encontramos una Venezuela muy diferente y levantándose de las cenizas y pudimos volver a ver a la gente que se quedó resistiendo y está levantando el país día a día, como también la luchan un montón de venezolanos viviendo afuera que también nos abrazan.