Encuesta revela preocupante rechazo al Islam de militantes del oficialismo conservador británico
Casi 60% de los dirigentes y militantes del Partido Conservador británico considera que el Islam representa una amenaza para el estilo de vida del Reino Unido, reveló una encuesta que disparó señales de alarma en el escenario político local dado que se trata del partido actualmente en el Gobierno.
El sondeo afirma que 58% de los conservadores consultados se expresó de manera crítica hacia la religión musulmana, mientras que sólo 18% consideró que el Islam es en general compatible con el estilo de vida británico.
La encuesta, encargada por la organización dedicada a combatir el extremismo y promover la cohesión social HOPE Not Hate a la consultora Opinium, revela opiniones preocupantes sobre el Islam, inmigración y políticas de derechos humanos, en un momento en que las tensiones interculturales y religiosas siguen siendo un tema candente en el discurso público del país.
La encuesta incluyó a 521 miembros o militantes del Partido Conservador -que llevó a la máxima autoridad política a Rishi Sunak, un descendiente de indios-, con el objetivo de evaluar sus opiniones sobre una variedad de temas, incluido el Islam, la inmigración, y la percepción sobre las comunidades minoritarias.
“Los miembros del Partido Conservador tienen una visión del Reino Unido que sienta las bases para que el partido se desplace aún más hacia la derecha radical. Nuestros hallazgos son profundamente inquietantes y alarmantes. Subrayan el problema que tiene el Partido Conservador con la islamofobia,” afirmó Nick Lowles, director ejecutivo de HOPE Not Hate.
El consultor subrayó que el resultado de la encuesta debe servir para que el Partido Conservador y la sociedad británica en general hagan un esfuerzo por evitar un desplazamiento hacia posturas más extremas.
El estudio reveló también que una significativa proporción de los encuestados mantiene teorías de conspiración sobre la inmigración y el cambio climático y posee opiniones negativas sobre diversos grupos sociales, incluidos los inmigrantes y los musulmanes.
Respecto a las políticas gubernamentales, una mayoría considera el enfoque hacia la inmigración como ineficaz o débil, y existe un consenso significativo en contra de la inmigración, el multiculturalismo, y el reconocimiento de los errores del Imperio Británico.
Los resultados adquieren una dimensión adicional al considerar el contexto de las recientes controversias que están sacudiendo al Partido Conservador, como las declaraciones islamófobas dirigidas hacia el alcalde de Londres, Sadiq Khan, quien es musulmán.
Se trata del caso de Lee Anderson, exvicepresidente del Partido Conservador, quien fue suspendido por el partido tras realizar comentarios islamófobos contra el alcalde de Londres, insinuando que estaba controlado por “islamistas”.
La negativa de los ministros a calificar explícitamente sus comentarios como islamófobos, limitándose a describirlos como erróneos, pone en evidencia la división entre sus colegas, con una parte significativa defendiéndolo.
A pesar de su suspensión, Anderson lanzó un nuevo ataque contra Khan, acusándolo de disfrutar de las protestas que causan perturbaciones en el Parlamento.
“Es hora de que el Partido Conservador afronte esta cuestión de frente, especialmente en un momento en el que las tensiones son intensas y las comunidades están divididas”, sentenció Lowles.