Internacionales. El Vaticano dispuso que el Dicasterio de Vida Consagrada juzgue al jesuita Rupnik por abusos

El sacerdote jesuita Marko Rupnik, acusado de abusos psicológicos y sexuales por algunas monjas, será juzgado por el Dicasterio de la Vida Consagrada, el ente vaticano que se ocupa de los procesos de abusos a mayores de edad, informó la Santa Sede.

Rupnik, apartado el año pasado de la Compañía de Jesús, será juzgado luego de que en octubre el Papa decidiera derogar la prescripción de los delitos de los que se le acusa para dar luz verde al proceso en su contra.

La decisión vaticana de que sea Vida Consagrada el organismo que lleve adelante el juicio y no el tradicional Dicasterio de la Doctrina de la Fe, que conduce el argentino Víctor Fernández, se da luego de que se considerara que los delitos por los que se acusa a Rupnik no entran en la categoría de abusos a menores o a “adultos vulnerables”, es decir con “un uso imperfecto de la razón”.

“La definición de adulto vulnerable incorpora casos más amplios que la competencia de la Doctrina de la Fe, que sigue limitada, además de a los menores de dieciocho años, a los que habitualmente tienen un uso imperfecto de la razón”, planteó el organismo que conduce el purpurado argentino en una nota.

“Por lo tanto, los demás casos fuera de estos supuestos son tratados por los departamentos competentes”, señala la nota de Doctrina de la Fe.

Con la misiva, el Vaticano ratificó que si la víctima es un menor o un discapacitado, el caso sigue en Doctrina de la Fe; si los abusos se dan por parte de un obispo, pasa a Obispos; y, si, como en el caso de Rupnik, se trata de religiosos, el acusado será juzgado por Vida Consagrada.

En octubre, el Papa decidió “derogar la prescripción para permitir que se desarrolle un proceso”, explicó el vocero papal Matteo Bruni en un comunicado, en referencia a la investigación sobre Rupnik, el conocido mosaiquista y predicador acusado de abusos psicológicos y sexuales por parte de algunas consagradas mayores de edad.

La decisión, explicó el comunicado, llega tras los informes enviados en septiembre por la Pontificia Comisión para la Protección de Menores al Papa sobre “graves problemas” en la gestión del caso Rupnik, cuyos mosaicos son visibles en Lourdes, Fátima y Washington, y “la falta de cercanía a las víctimas”.

Los jesuitas, la orden religiosa a la que pertenece Francisco, anunciaron este año la expulsión del sacerdote tras acusaciones de abusos sexuales, espirituales y psicológicos contra mujeres adultas.

En 2021, Rupnik fue acusado por nueve mujeres de abusar de ellas sexual, psicológica y espiritualmente en la década de 1990 en una comunidad que él cofundó en Eslovenia, aunque no pudo ser juzgado en una primera instancia ya que la oficina de abusos sexuales del Vaticano determinó que los supuestos delitos habían prescrito.