Covid19: Italia analiza nuevas restricciones tras un fin de semana de “descontrol” por las compras navideñas
“Negocios, bares y restaurantes cerrados en las fiestas y los días previos para impedir lo que pasó el fin de semana”, publicó hoy el diario Corriere sobre el plan que analiza el Gobierno de Giuseppe Conte tras el “descontrol en las calles” de sábado y domingo.
“Posibles nuevas restricciones que se avecinan durante la semana de Navidad. Las cifras de contagio y de víctimas aún preocupan demasiado, al igual que las reuniones en las calles comerciales durante el fin de semana”, sostuvo La Repubblica en su edición de hoy para adelantar la llegada de “un endurecimiento”, en base a fuentes de Gobierno.
El fin de semana, miles de personas llenaron las principales calles de compras de las principales ciudades, como Via del Corso en la capital, Roma, y medios nacionales mostraron bares y restaurantes llenos también en Nápoles, Milán y Turín, entre otras.
A última hora del domingo, el premier Conte convocó a través de Facebook a que los italianos “continúen con el esfuerzo y a mantenerse atentos para luchar contra los contagios”, en la víspera de la reunión del Comité Técnico Científico que marca las medidas contra el coronavirus prevista para hoy.
Ayer, Italia registró una tasa de positividad, que mide la cantidad de contagios cada 100 test hechos, del 11.7%, casi dos puntos por arriba del piso que había alcanzado la semana pasada y que renovó la preocupación del Gobierno en la previa de las fiestas de fin de año.
Por el momento, Conte dispuso a inicios de mes que desde el 21 de diciembre y hasta el 6 de enero quedarán prohibidos los desplazamientos entre las 20 regiones del país para buscar reducir la cantidad de contagios durante las fiestas.
Además, el 25 y 26 de diciembre y el 1 de enero no se podrá salir de la comuna de residencia, mientras sigue vigente en todo el país el toque de queda nocturno que prohíbe los desplazamientos entre las 22 y las 5, aún en Nochebuena y Fin de Año.
Italia superó ayer al Reino Unido y se convirtió en el quinto país en cantidad de fallecimientos por la enfermedad y el cuarto según la tasa de mortalidad por habitantes en todo el mundo, al alcanzar las 64.520 víctimas desde el comienzo de la pandemia.