Juan Grabois consideró que el “ataque” de Milei al Papa es una “instigación a la violencia colectiva”.
“Su ataque en tanto diputado nacional ya es grave. Como candidato, es una instigación a la violencia colectiva. Si fuera Presidente, directamente sería una persecución política”, le recriminó Grabois a Milei.
Con un mensaje en su cuenta de X (ex Twitter), el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) le respondió al diputado libertario, quien reafirmó el jueves pasado, en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, que Francisco “tiene afinidad por los comunistas asesinos, considera que la justifica social es un elemento central de su misión y eso es muy complicado porque la justicia social es robarle el fruto de su trabajo a una persona y dárselo a otra”.
En varias oportunidades, Milei se refirió a Jorge Bergoglio como el “jesuita que promueve el comunismo”, “personaje impresentable y nefasto” o “representante del maligno en la Tierra”.
En contraposición, Grabois aseguró que “para los católicos el Papa es el vicario de Cristo en la tierra, y para millones de personas laicas o de otras religiones, Francisco es un faro por su visión humanista, su magisterio de paz y justicia que va en consonancia con los principios evangélicos elementales”.
Y le advirtió a Milei: “Está cruzando otro límite que no va a pasar ni con ese ejército de motosierras con la que pretende intimidar”.
Además alertó que “la historia nos enseño que estas cosas terminan en violencia fratricida y autodestrucción colectiva” y le pidió al economista que “termine ya con tanta locura”.
Al dirigirse a las personas de fe católica y cristianos, exhortó: “No tengamos miedo ni aceptemos pasivamente que un poder que se pretende libertario pero se oculta tras los fueros del César pisotee la libertad de culto a través del predicamento de discursos de odio que pronto se convertirán en acciones concretas”.
Grabois también compartió un video de una entrevista en C5N al Sumo Pontífice, donde había advertido sobre el surgimiento de Adolf Hitler en Alemania.
“No encontraban quién llevara adelante las cosas, y fue (Franz) Von Papen el responsable de esto: presentó un político nuevo, que hablaba lindo, que sedujo a la gente. Se llamaba Adolfo”, introdujo.
Y continuó: “Todo el mundo dijo probemos con este que nadie lo conoce, no conocemos sus raíces, no conocemos su ambición. Todos votaron a Adolfito y así terminamos. Yo le tengo miedo a los salvadores sin historia”.
El respaldo de Grabois al Papa se suma a la misa “en desagravio por los ultrajes” a la figura papal que la Iglesia argentina organizó hace dos semanas en el barrio porteño 21-24.
También, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador había rechazado a Milei por el “nivel de intolerancia” en sus declaraciones y había cuestionado al libertario: “No hay diferencia entre Milei y otro conservador, son lo mismo. Lo que pasa es que él es un deslenguado”.
Otro de los que se sumó al repudio fue el expresidente de Ecuador Rafael Correa que afirmó que el “rostro” de Milei “refleja un odio profundo y total caos en el alma, sin mencionar las tonterías que habla”, al compartir un video los ataques del diputado argentino a Francisco.
“Ahora a Jesús le llaman así: un afín al comunismo porque en comunión compartía el pan y el vino. ¡Qué caminar de la extrema derecha hasta el absurdo!”, había criticado también el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a Milei.
En el sector empresarial, el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) Natalio Mario Grinman calificó como “desagradables” las críticas del candidato al Papa Francisco y pidió no caer en “bajezas o improperios innecesarios” durante la campaña rumbo a las elecciones de octubre.
Incluso el exempleador de Milei, el empresario Eduardo Eurnekian tomó distancia del candidato de LLA.
“(Sus opiniones son) totalmente fuera de lugar; (Milei) no está a la altura ni para juzgar al Papa, ni para opinar, ni para dar una pauta de cuáles son las actitudes que debería asumir el Papa, bajo ningún punto de vista”, sentenció Eurnekian.