Sergei Loznitsa, un documentalista con el cuerpo curtido

El documentalista ucraniano Sergei Loznitsa se encuentra en el país para el Festival Internacional de Cine de la UBA (FIC.UBA), cuya primera edición se desarrollará desde hoy hasta el 30 de julio, y en la que se proyectarán cuatro de sus películas, dará una masterclass y recibirá el título Doctor Honoris Causa de la casa de altos estudios.

Loznitsa tiene 38 películas editadas, varias de las cuales tienen a los conflictos bélicos y crisis sociales y humanitarias como eje de las historias. Abrirá y cerrará el FIC.UBA con la hipnótica y magistral “The Natural History of Destruction”, de premiere en Cannes. La cinta se podrá ver hoy a las 21.30 y el domingo 30 a las 16, de manera gratuita, en el Espacio Incaa – Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635), de la ciudad de Buenos Aires.

Los otros filmes a proyectarse serán “State Funeral”, “Babi Yar. Context” y “Maidan”, documental urgente, filmado mientras ocurrían las manifestaciones a favor de un acuerdo de libre comercio entre Ucrania y la Unión Europea, que el presidente Víktor Yanukóvich había prometido y luego retrocedió por la presión de Rusia.

“En mi país, la historia era casi toda mentira, contada por gente del poder. Nosotros estudiamos la historia y en mis películas yo toco estos temas porque son los que me interesan. Trato de descubrir y mostrárselo al espectador para que también pueda regresar”, explicó el director en conversación con Télam.

“Siempre veo que estas tragedias que pasaron nos vuelven a pasar -dijo Loznitsa- y quiero mostrárselas a los jóvenes para que de una vez por todas no sucedan más. También hago películas sobre actualidad y esas son para que queden para el futuro. Trato de reconocer dónde estamos y qué es lo que pasa”.

La primera vez que el realizador estuvo en Argentina fue en 2008 y, con su mirada puesta en lo social, no pudo evitar sorprenderse por el nivel de inflación y el precio del dólar desde entonces: “No entiendo cómo el país puede vivir con el dólar tan alto y tan alta inflación. Yo estuve 15 años atrás por primera vez y el dólar subió 120 veces”. Así las cosas, se mostró interesado en filmar en Argentina, aunque no en Buenos Aires, sino en el Norte porque “en las provincias siempre hay algo distinto que en la capital”.

La masterclass que dictará se llevará a cabo el jueves entre las 14 y las 16 en el Aula Magna del Pabellón 3 de Ciudad Universitaria, sede de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU).

El Seminario, Cine y Democracia organizado por la Carrera de Imagen y Sonido, en conjunto con los profesores Felipe Vega Terra y Miguel De Luca de la Carrera de Ciencia Política, es de participación gratuita y constará de cuatro clases magistrales. Además de la de Loznitsa, hoy a la tarde será, de manera virtual, la de Álex de la Iglesia; el miércoles hará lo propio Lucrecia Martel, mientras que el viernes será el turno de Enrique Piñeyro.

En la Ceremonia de Apertura del FIC.UBA, a realizarse hoy a las 18 en el Aula Magna de la FADU; Lucrecia Martel, Sergei Loznitsa, Manuel Antín y Álex De la Iglesia recibirán el Doctorado Honoris Causa de la UBA. Este título honorífico es otorgado a personalidades que han realizado importantes contribuciones en sus respectivos campos, y reconoce la excelencia, la trayectoria, el impacto y el compromiso social y político. Se trata de la máxima distinción otorgada por la Universidad de Buenos Aires, manifestaron los organizadores.

En este marco llegó Loznitsa al país, quien vive en Berlín y trabaja en Riga, Letonia.

Télam: Siendo tan prolífico y publicando de a dos películas por año, ¿cómo es su metodología de trabajo?

Sergei Loznitsa: Varía, siempre. Hoy estoy trabajando en dos películas de ficción y como guionista en otra más. Paralelamente, trabajo en documentales para televisión. Depende del dinero que aparezca. Siempre busco dinero para varios proyectos y cuando tengo la financiación para dos o tres películas, arranco. Estoy todo el día trabajando, las 24 horas.

T: “The Natural History of Destruction” es una película completamente de archivo, ¿cómo fue el proceso de selección de material y montaje?

SL: El secreto de mis películas es que siempre trabajo con el mismo equipo de postproducción. En cuanto al archivo, yo pedí las imágenes que necesitaba con especialistas. Fueron entre 50 y 60 horas de archivo que visioné. De lo visto, no sólo tuve en cuenta el documento histórico, sino también que hubiera sincronicidad y un estilo similar para el montaje final. Fueron 192 personas las que filmaron la película y pareciera imposible lograrlo, pero al final parece como si hubiera sido filmada por uno solo.

T: El sonido es abrumador. Entiendo que el material de archivo era mudo.

SL: Sí. El sonido fue un trabajo muy especial. Mi equipo tuvo que trabajarlo de cero porque en las imágenes no existía. Yo trabajo con ellos desde hace 20 años, así que sabían lo que quería hacer. El sonido de la película pareciera de otra época y es como una máquina del tiempo en la que uno se mete y viaja a ese pasado.

T: Siendo en blanco y negro y muda, es una película muy amena. De hecho, es hipnótica desde la primera escena y no se puede largar hasta el final.

SL: Yo también quedé hipnotizado desde la primera imagen. (José) Stalin le tenía miedo al cine porque, justamente, creía que las películas podían hipnotizar. El gran arte tiene esta característica, que hipnotiza. Esa era mi meta y quedé contento con el resultado.