Jujuy. Comuneros reivindicaron su lucha ancestral a un mes de la represión policial en Purmamarca

Comunidades Indígenas que mantienen un corte de ruta entre las rutas 9 y 52 a la altura de Purmamarca recordaron y repudiaron los hechos del 17 de junio pasado cuando la policía reprimió en cuatro oportunidades durante la jornada con el objetivo de evitar la protesta y el bloqueo del camino.

A la vera del corredor vial los manifestantes elevaron este mediodía la bandera argentina y la Wiphala para reivindicar el reclamo contra la reforma parcial de la Constitución de Jujuy lo que provocó un conflicto que aun continúa en todo el territorio provincial.

A través de un acto los comuneros y comuneras se expresaron nuevamente en “defensa del territorio”, insistieron en el pedido de nulidad del texto normativo provincial y clamaron por la “la reparación histórica” a favor de las comunidades indígenas.

“Yo no voy a morir por el territorio, yo me voy a sembrar el territorio porque el día que me tengan que enterrar, yo sé que seré semilla y sé que somos muchas las semillas en este mundo caminando por algo más justo, y por la reparación histórica que vienen luchando nuestros hermanos”, dijo la docente y referente indígena Mercedes Maidana.

En ese contexto aseguró que los pueblos “jamás nos hemos dormido; desde el primer momento en el que Europa llega a este continente, nosotros hemos estado de pie, buscando el diálogo, pero avanzaron en el aniquilamiento”, advirtió.

“Por eso nosotras las indias y los indios no tenemos – continuó-, el miedo, se nos fue hace tanto tiempo y sabemos que en esta región de Jujuy el colonialismo sigue de diferentes maneras, pero acá estamos formados para defender el territorio”, completó.

Analizó que la discusión “no se trata de quien gana y quien pierde en términos partidarios, pero sí políticos. Soy india, soy mujer y soy política. La docencia es mi camino político y ancestral porque así me enseñaron mis abuelas”, reivindicó.

Por su parte, Armando Quispe, referente indígena, valoró “la lucha de las comunidades” no solo en Purmamarca sino en Tilcara, Uquía, San Roque, Hornaditas, Abra Pampa, La Quiaca, Coranzuli y Susques.

En ese marco compartió la declaración de los colectivos de indígenas que componen el Tercer Malón de la Paz, conceptos entre los cuales se destaca “mantener las manifestaciones pacíficas sobre las rutas en ejercicio del derecho a la protesta hasta que se anule la reforma”.

Asimismo, anunciaron una caminata a la ciudad de Buenos Aires para “exigir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se expida respecto a la inconstitucionalidad” del texto normativo aprobado por los convencionales del Frente Cambia Jujuy y el Frente Justicialista.

Reclamaron al Ejecutivo nacional “medidas concretas que permitan la intervención de la provincia de Jujuy”, además de solicitar al Congreso de la Nación, “sancione una ley de propiedad comunitaria”.

Los activistas se plegaron a la resistencia del reclamo que aun continúa y repudiaron, “la feroz represión, la cual se recuerda con tristeza por la cantidad de heridos, y violencia con la que actuó el Gobierno de Jujuy, conducido por Gerardo Morales”, indicó una comunera de Tusaquillas.

“A pesar de todo creemos que hubo un despertar del pueblo jujeño, nuestros jóvenes muchos de ellos se sintieron dueños de nuestros territorios y conseguimos el reconocimiento del pueblo argentino”, sostuvo.

La fría jornada quebradeña estuvo amenizada por los sones de los sikus y un desfile de pobladores con la intención de expresar los motivos de la lucha encarnada en parte por el espíritu del histórico Malón de la paz.

Un total de cuatro violentas represiones se registraron en distintos momentos del sábado 17 de junio pasado en la intersección de las ruta 9 y 52, cerca de Purmamarca, donde protestaban diversas comunidades indígenas de la provincia de Jujuy.

El último avance policial en esa región de la Quebrada de Humahuaca sucedió alrededor de las 22.30 de aquel día cuando efectivos policiales intentaron despejar el corte de ruta, aunque no lograron cumplir con su objetivo.

Los manifestantes, en su mayoría integrantes de comunidades indígenas, docentes y vecinos quebradeños extendieron por más de 100 metros sobre el asfalto montículos de piedras para impedir el paso de los vehículos.

El accionar dejó un tendal de detenidos, heridos y heridas, entre ellos Misael Lian Lamas, estudiante quebradeño de 17 años quien recibió un balazo de goma en uno de sus ojos y perdió la visión.