Aberrante, dos mujeres en la India obligadas a caminar desnudas luego de ser violadas.
El episodio de la violación y el paseo sin ropa de esas mujeres de la etnia kuki, en el convulso estado de Manipur, salió a la luz hoy, cuando el video filmado por sus abusadores comenzó a difundirse en redes sociales, y los medios de comunicación relataron en detalle los horrores sufridos por las víctimas.
El hecho suscitó la movilización no solo de asociaciones feministas y de derechos civiles que organizaron manifestaciones y protestas en numerosas ciudades, sino que además llevó a Modi, a expresar que “el incidente avergüenza a la India” y prometer “castigos ejemplares para los culpables”.
Entre tonos encendidos, interrupciones y suspensiones, el escándalo también acaparó el debate en el parlamento.
La oposición consideró insuficientes las palabras del primer ministro.
El presidente del partido Congreso Nacional, Mallikarjun Kharge, atacó a Modi diciendo que espera salirse con la suya “con unas pocas palabras, después de más de dos meses y medio de silencio”
En tanto, el gobernador de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, le endilgó haber visitado “muchos países del mundo sin encontrar tiempo para viajar al estado nororiental de Manipur que lleva dos meses en llamas”.
Mientras el video se viralizaba en las redes sociales, a pesar de la invitación del Gobierno para borrarlo, la policía anunció que había detenido a dos hombres “reconocidos en las imágenes”.
Además de la violencia sexual y el ultrajante desfile filmado, las mujeres también tuvieron que presenciar el asesinato del padre y el hermano de una de ellas bajo una mirada cómplice de los policías, según la agencia de noticias ANSA.
El episodio se remonta a principios de mayo de este año, en los momentos iniciales de la violencia en Manipur que dejó 142 muertos y generó una emergencia humanitaria, con más de 60.000 personas evacuadas de las localidades donde es poco probable que puedan regresar.
Según los relatos de las víctimas, un ejército de varios cientos de hombres armados atacó el pueblo ese día, destrozaron las casas e incendiaron todo.
Cinco de ellos, tres mujeres y dos hombres, huyeron al bosque y fueron localizados por un equipo de policías. Pero en lugar de llevarlos a un lugar seguro, los agentes los dejaron a merced de los captores, quienes los interceptaron poco después.
Esto reavivó la atención sobre la explosiva situación en Manipur, donde no hay paz entre la comunidad predominantemente hindú Metei y la minoría tribal y cristiana Kuki, que vive en las colinas.