A dos años de la muerte de Maradona, inmortalizaron al astro del fútbol
Los muralistas Alfredo Segatori y Gustavo Rovira inmortalizaron al astro del fútbol con murales presentados durante el desarrollo del Mundial de Qatar frente al Obelisco y en la intersección de las avenidas Sarmiento y del Libertador.
Unos minutos después de que Arabia Saudita le ganara 2 a 1 a Argentina en el arranque del Mundial, el muralista Alfredo Segatori terminaba de colocar frente al Obelisco un cuadro de Diego Maradona en el que el ídolo popular aparece retratado con un turbante blanco en la cabeza y una remera de Boca que en la franja amarilla anuncia “Qatar 2022#”, un homenaje que a dos años de su muerte se suma a un mural que presenta en simultáneo el artista Gustavo Rovira sobre la intersección de las avenidas Sarmiento y del Libertador.
El arte y el fútbol se entrelazan en las creaciones de dos artistas que, en el marco del primer Mundial sin Diego Maradona, realizaron homenajes en distintos soportes. Este viernes, en el día en que se cumplen dos años del fallecimiento del icónico jugador, las obras de los muralistas Alfredo Segatori y Gustavo Rovira emergen con el fin de traerlo de resignificarlo y vuelta al presente.
Segatori, nacido en Floresta, en la ciudad de Buenos Aires, interviene los espacios urbanos desde los 80 y se convirtió en un pionero del arte urbano en el país. En esta oportunidad, preparó una sorpresa: instaló sobre la calle Cerrito, frente al Obelisco, un cuadro con marco dorado llamado “El cuadro más grande del mundo”, donde el ídolo irrumpe retratado con una remera de Argentina anudada en el pecho. “Hace más de un mes que se nos ocurrió la idea con un amigo, que me ofreció el lugar. Dije: ‘Bueno hagamos un Diego hincha de la selección, como si estuviera ahora alentando con el turbante, con la remera de Boca'”, cuenta el artista sobre la nueva intervención.
En paralelo, el artista plástico Gustavo Rovira inaugura el mural “Una gambeta a la vida” en Plaza Seeber (Avenida del Libertador y Avenida Sarmiento). La obra, que tiene 28,75 metros de largo por 3,90 de alto y llevó casi dos años de trabajo, recorre los triunfos de Maradona.
Al ser el primer mundial sin Maradona, “las sensaciones seguramente son encontradas”, advierte el artista plástico, quien lo retrata por primera vez. “Para muchos, Diego está espiritualmente y acompañándonos en el mundial. Es diferente pero se siente su energía y su alma en cada argentino”, reflexiona en diálogo con Télam.
Óleos, acrílicos, tintas y la tierra de los estadios en los que el futbolista jugó fueron los materiales que Rovira incorporó con la técnica de collage para ilustrar la cronología de los éxitos del futbolista. En el comienzo, se ve un ángel que le deja la pelota en el día de su nacimiento: el 30 de octubre de 1960. Luego, paso a paso, se despliega toda su vida deportiva. Para el artista, los murales en homenaje a Maradona “lo inmortalizan” y, en este caso en particular, “revive todos los momentos deportivos del más grande”.
Luego de las imágenes de la infancia de Maradona en Villa Fiorito, el escenario del mural cambia y aparece la cancha de Argentinos Juniors, equipo en el que fue fichado para las divisiones juveniles y donde pasó cinco temporadas. A continuación, los colores amarillo y azul conquistan el terreno para recrear cómo, en 1981, Maradona fue traspasado a Boca Juniors. “Es un pasaje de su vida”, señala Rovira quien incluyó también imágenes de Argentina de 1982, del Mundial de 1986 y del Nápoles.
El deseo de plasmar el recorrido de una figura tan emblemática como Maradona también aparece en la obra de Segatori, quien procuró incorporar “detalles divertidos” al cuadro recientemente instalado en el centro de la geografía porteña. Por ejemplo, los colores de los clubes que el técnico dirigió y en los que jugó, pintados en el turbante.
La imagen del muralista muestra a un Maradona con un rostro esplendoroso, rejuvenecido. “Me lo imagino así, con una actitud recuperada, un poco tostadito. Que venía un poco caído pobre Diego. Acá levantó, está contento. Es un Diego realizado alentando por la selección y por Messi, que es su pollo”, explica el artista, quien le dibujó al astro futbolístico una cadena con el nombre del heredero de la 10.
No es la primera vez que Segatori compone murales en los que aparece el técnico y futbolista. En la calle Aristóbulo del Valle 50 en La Boca está la obra urbana “San Diego” con el rostro de Maradona con expresión tranquila y serena. “Seguir la vida de un ídolo popular implica algo afectivo”, reflexiona Segatori y puntualiza que lo que más lo atraviesa de esta figura es “su espíritu de luchador”.
El artista plástico Rovira coincide con el muralista en la circulación de Maradona como un hombre que logró vencer obstáculos materiales que implican nacer en un barrio humilde, y que podrían haberlo condicionado a la hora de cumplir su sueño de jugar en el Mundial. “Es una vivencia tan complicada la que le tocó, de dónde salió y por todo lo que pasó. Como todos los seres humanos, hacemos lo que podemos. Tuvo errores pero yo me quedo con la parte linda, soy de los argentinos que lo quiere”, contempla Segatori.
Rovira, incluso, busca plasmar esta épica en su mural. “No todo en la vida son triunfos y vamos gambeteando para llegar a la meta. Diego estuvo lleno de éxitos y de logros que nos ha llenado de mucha emoción. Hemos llorado hasta las lágrimas en cada mundial, en cada partido donde él estaba presente”, reflexiona el artista.
“Pienso que una ‘Gambeta a la vida’ encierra todo, la gran lucha, nacer en una casa humilde, hermosa, con mucho sacrificio de toda su familia, de sus hermanos, hermanas mayores, de Doña Tota y desde ahí, como él dijo, ‘Me empujaron a la cima del mundo en un segundo'”, señala.
En el viaje a convertirse en el mejor futbolista del siglo XX, Maradona “ha dejado una huella imborrable”, asegura Rovira. “Desde el barro, él llegó al balón, al botín de oro y a todo el éxito en su vida”, asegura el artista. De hecho, en su obra hay una cuestión cíclica con el barrio del futbolista. “Al final de la obra, hay una conexión con el comienzo. Yo empiezo en Fiorito y termino en Fiorito”, cuenta el artista plástico en un video. El dibujo muestra un ángel sonriente que se lleva a Maradona de la mano, quien camina con expresión decidida.
¿Cuántos “Diegos” encierra Diego? A lo largo de su trayectoria, fue apodado como “el pibe de oro” o “D10s”, en alusión al número de la camiseta que le correspondía ¿Cuántos sentidos se desprenden a partir de su figura? Maradona aparece eternizado no solo en los murales, grafitis, historietas y libros, sino también en la música. “Creo es la persona más homenajeada, yo creo que superó al Che Guevara”, piensa Segatori.
“Cuando me pongo a pintar al Diego, me pongo una lista de temas en homenaje al Diego. Es interminable. La dejo ahí y aparecen temas en todos los idiomas. No solo el de Manu Chao, el de Los piojos y todos los que conocemos. Habrá mil temas, es impresionante”, cuenta el muralista sorprendido. Entre estas producciones musicales, están los homenajes de los artistas italianos Tony Sorgente (“Preghiera a Maradona”), Pino Daniele (“Tango della buena suerte”) y Gaetano Festíni (“Maradona è meglio é Pelé”).
“El Diego es alguien que nos pertenece a todos”, afirma Segatori, quien disfruta de crear personajes de fantasías que aporten nuevas miradas del futbolista. “Está la historia de ‘Los mil Diegos’, que aparece como gordo, flaco y como mil personajes más. Me gusta jugar un poco con el tema de crear nuevos diegos, siempre desde una composición. No tomo una fotografía y la paso a un mural: compongo una idea, un concepto”, precisa el artista sobre el proceso de retratar al ídolo y agrega: “Son nuevos Diegos, que se suman al que obviamente tiene la remera de Boca porque Diego era de Boca. Imagino que tenia simpatía con los árabes, porque andaba por esos lados. Estuvo como entrenador en Emiratos Árabes y en Dubai como técnico”.
En la previa del próximo partido con México, Segatori mantiene la fe intacta: “Espero que venga una buena racha y ganemos todos los partidos”. Así, su cuadro cobraría una mística. “Sería el Diego de la suerte, que apareció después de que perdimos”, imagina.