Un lugar para pensar la dimensión política y comunitaria de la traducción y la escritura

Un encuentro para reflexionar sobre la traduccin

Un encuentro para reflexionar sobre la traducción.

Colectivos de distintos puntos de América Latina, Suiza y Alemania participarán desde este lunes hasta el miércoles próximo del Foro internacional online “Traducción expandida: activismo y prácticas de co-creación literaria” en el que la literatura será pensada como irreverencia y la traducción como acto creativo, comunitario y político al poner en diálogo sus experiencias, proyectos y procesos de trabajo.

Se trata de una actividad organizada por Looren América Latina -el programa latinoamericano de la Casa de Traductores Looren- que fue pensada como la antesala del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba) y será una oportunidad para potenciar el debate acerca de las prácticas de escritura y traducción como formas de intervención en el campo cultural, político y social, el concepto de autoría, la (auto)edición, la apropiación cultural y los cruces de la literatura con otros campos disciplinarios.

“Traducción expandida: activismo y prácticas de co-creación literaria” se realizará los dos días entre las 10 y las 14, se puede participar de manera gratuita con inscripción previa para ingresar al Zoom y contará con traducción simultánea en español, portugués, inglés. Se podrá seguir por el canal de YouTube de la Casa de Traductores Looren y para consultas e inscripción se puede escribir a [email protected].

Uno de los colectivos que participará es Literatura por lo que está pasando, fundado en Zúrich por los artistas Gianna Molinari y Julia Weber, con el objetivo de brindar ayuda a personas en situación de huida y, desde 2015, convocan a escritores y escritoras a encuentros para escribir textos a pedido en máquinas de escribir.

Ocasionalmente se suman dibujantes que ilustran los textos en vivo y el dinero que recaudan es donado a organizaciones que se dedican a brindar asistencia médica y apoyo financiero y legal a las personas en tránsito.

“Lo emocionante de la escritura colectiva es, sin duda, el momento de compartir. Ya sea ayudándonos cuando surgen preguntas sobre la escritura de un texto, o también por la posibilidad de pasar un encargo de escritura a otra persona cuando una no puede o no quiere. Le preguntas a la persona que tienes al lado, las palabras que no se te ocurren o le pides su opinión sobre un tema. Además, las personas que nos piden textos se convierten en parte del proceso creativo”, dicen

Y cuentan: “Cuando escribimos solemos estar expuestos, nos observan escribir, algo que nunca ocurre en nuestra escritura cotidiana. Este carácter público y también el escaso tiempo en el que hay que crear un texto, la imposibilidad de revisarlo, el ruido de las máquinas de escribir de la mesa de al lado: todo ello influye sin duda en la escritura, quizás exige una forma diferente de concentración. Pero al final, son precisamente (también) estos aspectos los que hacen a ‘lo común'”.

La escritura y la traducción concebidas como prácticas colectivas es algo que impulsan desde hace seis años los integrantes de Snichimal Vayuchil (Sueño florido), quienes nacieron por la necesidad de crear espacios de difusión para la lengua y cultura entre los jóvenes mayas tsotsiles que habitan en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.

El inicio de su puesta en marcha fue en 2016 con un taller de creación literaria que buscaba conectar la historia antigua con la actual a través de experiencias de mayas tsotsiles y tseltales que producen materiales literarios de manera independiente.

“Decidimos iniciar un proyecto de autogestión, donde nosotros mismos publicamos nuestros materiales con libros cartoneros (material reciclado). Posteriormente fuimos fortaleciendo nuestra habilidad en la traducción. Inicialmente traducimos nuestros propios textos, eso nos permitió conocer a fondo nuestro idioma porque implicó una investigación, un diálogo, un compartir con las abuelas, abuelos, autoridades, padres y comunidades”, relatan sobre sus orígenes.

Participarn colectivos de distintas partes del mundo

Participarán colectivos de distintas partes del mundo.

Como colectivo nacieron en Chiapas y trabajan la relación entre cultura y lengua, ¿qué alcances políticos tiene ese movimiento? ¿Cómo es pensada en ese marco la traducción? “Nos involucramos en la traducción de otros textos literarios que ha sido una oportunidad para nosotros en el sentido de que toma valor nuestro idioma y abre la posibilidad de tener literatura lingüísticamente diversa. Quizás uno de los logros es que instituciones que promovían la lengua empezaron a voltear la vista a este tema que era totalmente desconocido por ellos”, responden en un intercambio con Télam.

Para los integrantes de Sueño florido, la traducción y la creación de materiales literarios ayudó a la promoción y revalorización de los idiomas, lo que permitió que haya “cada vez más espacios políticos, culturales y económicos que eran exclusivos de gente ‘blanca, y ahora también participe gente de los pueblos originarios”.

En ese sentido destacan que les llama la atención la gran cantidad de jóvenes y niños que participan y encuentran “espacios donde reflexionar su identidad, lengua y cultura”. “Es un proceso lento de trabajo y lucha, porque nos enfrentamos a un discurso racista que no impulsa a tomar fuerza para acabar con ella”, sostienen.

Entre quienes compartirán una charla el martes están los integrantes del colectivo Sycorax y el traductor y poeta Ezequiel Zaidenwerg, integrante del grupo Orden de traslado que conversarán bajo el título “Diálogo. Lenguas, artes y saberes que construyen colectividad”.

Con el objetivo de facilitar el acceso gratuito a libros y un aquelarre de mujeres que conjuran traducciones, el colectivo Sycorax tomó su nombre del personaje de “La tempestad” pero si en la obra de Shakespeare la bruja Sycorax es relegada a un segundo plano, aquí se sitúa en el centro de la escena, en tanto encarnación de un mundo de sujetos femeninos que el capitalismo destruyó, según se presentan.

La puesta a disposición de manera gratuita de los libros traducidos es condición fundamental de sus acciones, ¿cómo piensan esa variable? ¿Cómo ha atravesado el alcance del colectivo? “La disponibilidad gratuita es muy importante para nuestro trabajo. Muchas editoras parecen resistentes a esto porque entienden que eso afectará de forma negativa las ventas de los libros impresos”, explican a esta agencia.

Pero “teniendo en cuenta el ejemplo de ´Calibã e a bruxa: mulheres, corpo e acumulação primitiva´, la disponibilidad del archivo PDF del libro puede no perjudicar sus ventas. Aún así, el rol del colectivo no está restringido al acceso al contenido del libro, y se desarrolla en la construcción de formas alternativas de difusión, como talleres de los libros y podcast, por ejemplo”.

Quien oficiará de compañero de esa charla es Ezequiel Zaidenwerg, de “Orden de traslado”, un podcast, una cuenta de Instagram, una productora descentralizada y, sobre todo, un colectivo mutante que nació con la pandemia, tomando como punto de partida la idea de que “la poesía es un arte comunitario y público porque va empujando de manera imperceptible pero obstinada los usos y los límites de la lengua común, trabaja para cambiar una percepción muy arraigada en la conciencia colectiva”.

El poeta y traductor cuenta que, cuando este proyecto se inició, su objetivo fue ubicar al original y a la traducción al mismo nivel dejando de pensar esta práctica como “un objeto de subordinado de menor valor o importancia del original sino empezar a verlo como un nuevo original que poliniza la escritura en nuestra lengua”.

Para Zaidenwerg, “la lengua es colectiva, el verdadero poema es la lengua y sus infinitas mutaciones y transformaciones que tienen que ver con la comunidad que la habla y que la goza entonces traducir es como mirar ese proceso de producción de sentido sin naturalizarlo. Esa magia de traducir es algo que pone muy de manifiesto el carácter colectivo de la lengua como poema madre. La poesía te permite asistir a la cocina de como se fabrica el sentido, eso te empodera mucho”.

Otros de los colectivos que participarán serán AJAR collectif littéraire (Suiza), Frank Ocean, de Chile; Literatur fürdas, was passiert, de Suiza y Alemania; Medusa, de Argentina; Red de Creación Intercultural “Mingas de la Imagen”, de Colombia, Panamá, Ecuador, Estados Unidos, Uruguay, México e Italia; Pecora Loca, de Brasil; Ruge el bosque, de México y Argentina; y Villa of One’s Own, de Alemania, entre otros.

Este foro es el primero de una serie de proyectos que integran “Traducción expandida: plataforma de reflexión, co-creación y activación – Suiza, América Latina, Mozambique”, ideada por Looren América Latina en cooperación con diversos socios y seleccionada por la fundación suiza para la cultura Pro Helvetia en el marco de su programa “To-gather”.

LAS DIMENSIONES POLÍTICAS, CREATIVAS Y COMUNITARIAS QUE PUEDE TENER LA TRADUCCIÓN

El Foro internacional “Traducción expandida: activismo y prácticas de co-creación literaria” tendrá como uno de sus ejes las prácticas de escritura y traducción al servicio de la intervención en el campo cultural, político y social, y sobre esas tres dimensiones hablaron con Télam integrantes de los colectivos Literatura por lo que está pasando, Snichimal Vayuchil, Sycorax y Orden de traslado.

En el caso de Snichimal Vayuchil, dicen que la traducción puede ser pensada desde esas tres dimensiones y detallan que “es creativa porque despierta el interés y la motivación de los participantes en descubrir la riqueza interior de los idiomas, saltar de un idioma a otro nutre constantemente el desarrollo de cada idioma, nos hace volar la imaginación”.

“Un dato importante es si la traducción que se está realizando es de un autor o autora viva, siempre es importante conocerla de cerca, hacerle alguna entrevista si es posible o documentarse de sus trabajos. Si la autora o autor es una persona ya fallecida, nos queda como único recurso la de investigar y documentarse para conocer más de su obra y lograr comprenderlo más desde ella. Así, cada traducción siempre es un reto”, remarcan.

A su vez dicen que “es comunitario porque se piensa desde el principio a qué público se está planteando dicha traducción”, en su caso responde a una necesidad cultural: “difundir las letras desde niveles no institucionales” y es ahí cuando sostiene que “se vuelve comunitario porque una traducción se realiza con el apoyo de otros, sean o no traductores, siempre hay necesidad de consultar si es comprensible una traducción, participan en lecturas previas, en revisión del texto, en dialogar con las variantes lingüísticas”.

Sobre el carácter político de la práctica explican que tiene que ver con la resignificación de los idiomas, ya que los posicionan “en un lugar importante en la literatura escrita, donde históricamente como pueblos indígenas” han sido “discriminados y marginados, considerados ‘ignorantes’, ‘no civilizados’, ‘analfabetas’ y ‘un “obstáculo para el desarrollo del país”.

“Frente a un modelo político, económico, educativo, cultural y lingüístico que no beneficia a los pueblos indígenas, hemos tomado la decisión de hacer resistencia. Aun con la existencia de espacios e instituciones que en teoría deberían ejercer esa labor de difundir los idiomas, poco han logrado, por lo que consideramos que es importante ir abriendo espacios de difusión con materiales de literatura experimental y traducción de textos de la literatura universal a lenguas originarias”, destacan.

Por otra parte, los integrantes del colectivo Sycorax sostienen que “las tres dimensiones se encuentran en muchos momentos: el aspecto creativo emerge no solamente de los temas llamados de ‘autorales’ y ‘de estilo’, sino también de las formas de practicar la traducción concebidas a lo largo de la experiencia colectiva. Nuevas relaciones y formas de trabajo son creadas y recreadas a cada proyecto, lo que representa también el aspecto comunitario de la traducción”.

“Cuando nos alejamos de la tradición solitaria que está a su alrededor, encontramos una práctica potente de la colectividad y que deja sus marcas para el legado de las luchas y del conocimiento, construcciones colectivas por excelencia, con las cuales el acceso libre a las obras intenta contribuir”, grafican sobre los alcances de la puesta en acto de la traducción.

Con respecto a la dimensión política, consideran que está en su práctica en todos los elementos mencionados, pero va aún más allá y aportan: “Una vez traducido el texto de la obra, buscamos continuar el proceso por medio de otros proyectos, como talleres, podcasts, presentaciones, garantizando la difusión de la obra por medios no-comerciales”.

Para Ezequiel Zaidenwerg, de Orden de traslado, “hay algo político siempre en elegir qué materiales se traen a una cultura de manera consciente y dirigida. Es decir qué textos se van a valorar, a poner en serie con otros” y agrega que no solo traducen poemas: “Originalmente se llamó así porque estaba hecho con mi archivo de traducciones pero ahora la curaduría y la forma de trabajar se viene abriendo cada vez más. Cuando entró Cecilia Martínez Ruppel trajo una dimensión de traducción muy importante que terminó de definir el proyecto actual a través de los poemas ilustrados. Ahí hubo una idea muy productiva de traducción que se pone en juego”.

El poeta y traductor se refiere al definir a la traducción no como el acto de “reponer una escasez sino multiplicar una abundancia” y en ese punto es en el que cita el ejemplo de los poemas ilustrados como “particularmente elocuente porque el texto original no se borra y es simultaneo”.

Zaidenwerg advierte que de lo que se trata es “partir de la poesía y hacer de ella un ejercicio colectivo en el que alguien escribe, traduce, otra puede musicalizar y así es muy hermoso”.

Al pensar la dimensión política de su práctica, los integrantes de Literatura por lo que está pasando cuentan que fundaron este colectivo en 2015 ante “la necesidad de apoyar a las personas que por un motivo u otro están huyendo”. El dinero que recibieron por los textos escritos durante sus acciones se destina a organizaciones que brindan ayuda o asistencia a personas refugiadas.

“Al mismo tiempo, queríamos y queremos participar del acto de escribir el discurso público, expresar nuestra opinión, llevar el tema de quienes están en situación de huida y la manera en que es tratado al espacio público. Así que nuestro colectivo tiene una clara motivación política”, explican.

A la vez, definen su accionar como “un acto creativo”, ya que escriben textos literarios o hacen ilustraciones y todos los participantes son artistas, autores o ilustradores. “Nos gusta confluir en un grupo, el intercambio, el apoyo mutuo en la escritura, en la reflexión. La instancia comunitaria es lo que nos estimula, lo que hace a la potencia de nuestro colectivo”, sintetizan.