Nacionales. Informe: alcanza con la aprobación de una ley simple para cambiar la coparticipación.
La coparticipación federal es el mecanismo de distribución automática de los impuestos nacionales entre el Tesoro Nacional y las provincias, regulado por la Ley 23.548. Según esta norma, los tributos recaudados se concentran en una “masa coparticipable” y desde allí se reparten: 42% para el Tesoro nacional y 57% para las provincias. El 1% restante queda en manos del Tesoro para distribuirlo de manera discrecional entre las provincias a través de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Ese 57% destinado a las provincias se asigna según coeficientes fijos definidos en 1988, producto de una negociación política nunca revisada ni actualizada. En cuanto a los ATN, históricamente se entregaron con criterios arbitrarios, favoreciendo discrecionalidades políticas.
El gobierno actual redujo drásticamente su distribución, reteniéndolos para reforzar el superávit fiscal. Como respuesta, varias provincias impulsaron en el Congreso una ley que incorporaba ese 1% de los ATN a la masa coparticipable automática, eliminando así la discrecionalidad del Ejecutivo. El presidente, sin embargo, vetó la norma.
¿Qué cambia con la eliminación de los ATN?
La ley vetada disponía que:El 1% destinado a ATN desaparece.
Las provincias pasan de recibir el 56,7% a recibir el 57,3% del total.
El Tesoro nacional aumenta su participación del 42,3% al 42,7%.
En términos concretos, tanto la Nación como las provincias incrementan su participación en la masa coparticipable. Lo que desaparece es la atribución discrecional del Ejecutivo para decidir el reparto de ese 1%. Desde la perspectiva fiscal, mejoran los ingresos nacionales, pero se pierde una herramienta política clave: el manejo unilateral de los ATN.
Ordenamiento fiscal y responsabilidades compartidas
Según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), la eliminación de los ATN puede leerse como un avance hacia mayor transparencia fiscal. Aun así, podría potenciarse si se acompaña con una redefinición de responsabilidades entre Nación y provincias. Ejemplos posibles:
-Transferir a las provincias la responsabilidad de mantenimiento de infraestructura, junto con recursos automáticos.
-Eliminar subsidios nacionales al transporte urbano, que deberían financiarse localmente.
-Homogeneizar criterios judiciales sobre indemnizaciones laborales y fortalecer los cuerpos médicos forenses provinciales para dar mayor objetividad en juicios por accidentes y enfermedades profesionales.
Un precedente político
Más allá de lo económico, lo más relevante es que la eliminación de los ATN demuestra que modificar la coparticipación no exige unanimidad entre Nación y provincias. La ley fue sancionada en el Congreso con mayoría simple, sin el consentimiento del Tesoro nacional y con legisladores votando en contra.
Esto pone en cuestión el argumento que sostiene la parálisis del régimen actual: que sólo puede cambiarse con consenso absoluto. En los hechos, la ley de coparticipación aprobada a fines del gobierno de Alfonsín, pensada como transitoria, lleva más de treinta años congelada, con graves consecuencias. La experiencia reciente muestra que sí se puede avanzar con mayorías legislativas, incluso sin acuerdo unánime.
Monica Filippi
Editora de Economía de Tribuna de Periodistas