Mapa de la crisis docente: los salarios retroceden dos décadas y no alcanzan la canasta básica en 20 provincias
En Argentina, los docentes enfrentan salarios que en la mayoría de las provincias no alcanzan para cubrir lo básico. Cobran menos que hace veinte años, no llegan a fin de mes y enfrentan condiciones laborales cada vez más precarias. La crisis docente atraviesa a todo el país y expone las consecuencias de una política de ajuste que golpea directamente al derecho a la educación: en 2025 los sueldos docentes retrocedieron a niveles de 2005 y en 20 de las 24 jurisdicciones se ubicaron por debajo de la canasta familiar, es decir, el ingreso está por debajo de la línea de pobreza.
De esta manera, los datos evidencian el crítico estado de situación del sector que empeoró tras la retirada del Estado de la paritaria nacional, la eliminación del FONID, y otra serie de decisiones que recortaron el presupuesto y profundizaron las desigualdades entre los distintos puntos del país. Como consecuencia, la enseñanza se ubica, en el mapa de actividades económicas de la Argentina, en clara desventaja en relación con otras ramas: el promedio salarial está bastante por debajo del promedio del trabajo registrado y, por el contrario, mucho más a la par de actividades con altos niveles de informalidad como la construcción y el comercio. Además, en la actividad no impactó la recomposición salarial que sí se evidencio en otros sectores luego de la pandemia del COVID 19.
“La desinversión educativa no solo ha pauperizado las condiciones del trabajo docente, sino que ha profundizado las brechas interprovinciales”, señaló un informe al que accedió este medio. Según se remarcó, “el gobierno de Javier Milei en vez de vincular la esencialidad con el aumento en la inversión educativa y la jerarquización del trabajo docente, toma decisiones en sentido contrario”.
Radiografía provincial
La administración libertaria a cargo de Milei adoptó, en este tiempo, una serie de medidas que impactaron directamente en la educación en sus diferentes niveles, agravando problemas estructurales y/o empeorando las condiciones de vida de sus trabajadores, así como limitando el acceso a este derecho.
En ese sentido, si se pone el foco en el estado de situación de la educación obligatoria -primaria y secundaria- se observa que en la última década distintas políticas como la Paritaria Nacional Docente o el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) -representaba cerca del 15% del salario docente- operaron para establecer un “piso” nacional desde el cual cada jurisdicción terminaba de definir su situación. Sin embargo, ambas herramientas fueron eliminadas por el actual gobierno nacional. Además, la situación se agravó con la declaración de la educación como servicio esencial y los cambios respecto a la Paritaria (Decreto 341/2025), que buscaron limitar derechos laborales como el derecho a huelga y descentralizaron las negociaciones salariales, exacerbando las diferencias entre provincias.
Tales medidas junto a otras complementarias generaron, a un año y medio de gobierno de La Libertad Avanza, un impacto desfavorable en el salario docente a nivel país. Concretamente, el salario docente en términos reales -considerando el impacto de la inflación- alcanzó pisos históricos retrocediendo a niveles cercanos a 2005, con la diferencia de que en ese año la tendencia era de crecimiento mientras que, actualmente, está a la baja.
“Bajo esta gestión, tanto los salarios universitarios -a cargo del Estado nacional-, así como los aportes para contribuir a los salarios de docentes de la educación obligatoria -a cargo del Estado provincial- se encuentran en jaque”, señaló un informe al que accedió este medio elaborado por los investigadores Sacha Unamuno y Germán Schiavinato. El informe consideró que “si bien se ven algunos deterioros en el salario producto de la desinversión por parte de las provincias, se destaca la abrupta caída en 2024 directamente vinculada a la eliminación del FONID”.
A su vez, a la fuerte caída del salario promedio nacional hay que sumar que, en el contexto actual, se tienden a profundizar las brechas interprovinciales para acceder al derecho a la educación. En este punto si se pone la lupa en las distintas jurisdicciones (a partir de analizar los ingresos y la canasta básica de cada región) se detecta que el salario promedio de las y los docentes, a marzo de 2025, se ubicó por debajo de la Canasta Básica Familiar (representa 3,2 canastas básicas totales) en 20 de las 24 provincias, es decir, el ingreso está por debajo de la línea de pobreza, y “acercándose peligrosamente a la línea de indigencia en las jurisdicciones más pobres”, señaló el documento. Las disparidades interprovinciales son alarmantes: un docente en Santa Cruz o Tierra del Fuego percibió casi el doble que sus pares en Catamarca o Mendoza.
En términos generales, en la Región Noreste, el par Chaco-Corrientes, cuyas capitales provinciales son limítrofes, comparten parte de la población docente y suelen mantenerse cercanas al promedio nacional, mientras que en la región Noroeste, el salario provincial suele estar por encima del promedio nacional. Por su lado, en la Región Pampeana puede verse un comportamiento dispar (La Pampa y Córdoba se mantienen por encima del promedio general, y Entre Ríos por debajo, mientras PBA oscila entre períodos). En la Región de Cuyo se destaca el caso de San Luis, cuyo salario era de los más altos, pero se produce un fuerte deterioro en los últimos años y, por último, la Región Patagónica donde en general no se supera el promedio nacional.
FUENTE : EL DESTAPE