Elecciones en el PJ: Cristina Kirchner eligió el nombre de su lista y se aleja de la unidad

Todo indica que habrá interna en la elección del Partido Justicialista (PJ) debido a la falta de comunicación entre los candidatos y la reserva del nombre de la lista por parte de los apoderados de Cristina Kirchner.

Se ha informado que Anabel Fernández Sagasti, Teresa García y Gustavo Arrieta solicitaron el nombre “Primero La Patria”, color “Celeste y Blanca” y el Número 2, lo que sugiere que la exmandataria está lista para competir. Por su parte, Daniel Llermanos y Jorge Yoma, apoderados de Ricardo “El Gitano” Quintela, pidieron el nombre “¡Federales! Un grito de corazón”, color “Rojo”, también solicitando el Número 2. Queda por ver qué decidirá la Junta Electoral del PJ si se llega a la elección.

El gobernador Quintela había prometido comunicarse con Cristina Kirchner este lunes, después de no poder hacerlo el viernes, pero esa conversación aún no ha tenido lugar. Ambos candidatos siguen sumando apoyos públicos y avales para sus listas.

El plazo para presentar a los candidatos se cierra el sábado, y por ahora hay interna. Algunos dirigentes ven esta situación como una oportunidad para medir fuerzas con el kirchnerismo, a pesar de los desafíos económicos que representaría una elección en el partido más importante del país.

Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, mantiene un perfil bajo, lo que causa malestar en el kirchnerismo. Oscar Parrilli expresó su deseo de que Kicillof apoyara a la candidatura, posición bien vista por el sector de “El Gitano”.

Quintela enfatizó que es crucial que los afiliados elijan a sus representantes y que el peronismo necesita un espacio para escucharse. Resaltó la importancia de generar unidad para enfrentar las políticas del Gobierno y expresó que Kicillof cuenta con las credenciales necesarias para representar al partido a nivel nacional, destacando su experiencia en la gobernación de la provincia más grande y compleja del país.

Finalmente, Quintela advirtió sobre la necesidad de proteger la imagen de Kicillof y evitar que se vea envuelto en discusiones que puedan afectar su relación con otros compañeros.

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