Por otra parte, Thomas Jolly, director artístico detrás de la ceremonia, aclaró que la polémica escena no fue inspirada por “La Última Cena”, sino que trataba de imitar uno de los festines paganos de los dioses del Olimpo, especialmente de Dionisio. “Nunca encontrarán en mi trabajo la intención de denigrar a nada ni a nadie”, recalcó.En cuanto a la Iglesia Católica en Francia no lo tomó de esta forma, y consideró que la escena incluyó momentos de burla hacia el Cristianismo. El Monseñor Emmanuel Gobilliard, uno de los delegados de los obispos de Francia para los Juegos, declaró que “algunos atletas tuvieron problemas para dormir por las consecuencias de esta controversia”Esta no fue la única polémica de la inauguración, ya que en el tercer acto, en el capítulo “Libertad”, se logró ver a una María Antonieta con su cabeza decapitada mientras cantaba.
Durante el canto, se hizo un Zoom out y la banda de heavy metal llamada Gojira comenzó a tocar con fuerza en la Isla de la Cité. Lo particular de esta escena es que es el mismo lugar donde decapitaron a la reina consorte en 1793 por conspirar contra Francia.