El sentido y original homenaje que Argentinos Juniors le hizo a Diego Armando Maradona

Argentinos Juniors derrotó 2-0 a Gimnasia La Plata en La Paternal y se subió a lo más alto de la tabla de posiciones en la Zona A por la Copa de la Liga. Con goles de Luciano Gondou y Alan Lescano, el Bicho sumó de a tres y se ubicó como uno de los cuatro líderes del grupo (los otros son River, Instituto de Córdoba e Independiente). Fue una noche redonda para los locales en el estadio Diego Armando Maradona, donde el anfitrión le rindió un nuevo e ingenioso homenaje al Diez.

Franco Moyano, capitán de Argentinos, saltó al campo de juego con margaritas brotándole de sus dos medias. Con esa imagen, emuló una foto icónica de Maradona junto a su hija Dalma, durante un entrenamiento en Nápoles en el que la pequeña niña le ponía flores para que luciera en la práctica. Además, como ya es costumbre a lo largo de esta Copa de la Liga, el hombre que llevó el brazalete del Bicho le dio al capitán rival (Pablo De Blasis) un busto en miniatura del Pelusa, con motivos de la entidad de La Paternal, de la que surgió. A cambio, recibió un banderín del Lobo.

En el que es uno de los barrios que más se identifican con la historia, vida y obra de Maradona, en el que abundan murales con imágenes de sus inicios como profesional en Argentinos Juniors pero también con otras que surgieron a lo largo de su carrera, esta vez se las ingeniaron para sorprender con otro sentido tributo, que se sumó a las pintadas, el museo exclusivo y la manga de los jugadores, para tenerlo siempre presente.

Maradona disputó 166 partidos y convirtió 116 goles con el Tifón de Boyacá, antes de marcharse a Boca Juniors, Barcelona de España, Napoli, Sevilla, Newell’s y retornar a Boca. Brilló en la selección argentina a lo largo de toda su carrera profesional, pero para muchos “el mejor Diego fue el de Argentinos Juniors”.

Una reseña dedicada a Diego en la web oficial de Argentinos reza: “Pelusa siempre tuvo dos sueños: jugar en el Mundial y salir campeón de todo. Pero, para lograrlos, primero debía convertirse en Maradona. Así lo intentó desde marzo de 1969 cuando Gregorio Carrizo, su amigo y cómplice de aventuras en Villa Fiorito, lo invitó a probarse en Argentinos Juniors. ‘Juega mejor que yo’, desafió Goyo a Francis Cornejo, su DT. Y, Con las piruetas entre el barro y la hierba de un Parque Saavedra empapado por la lluvia, comprobó que era cierto. Tan cierto era que, esa tarde de sábado, con apenas ocho años y la camiseta de los Cebollitas, nació la leyenda que en La Paternal no se permiten olvidar”.