Muerte de Juanita: hablaron los médicos que la atendieron en Córdoba y en Misiones
La muerte de Juanita Sirimarco Díaz, una adolescente de 13 años que falleció tras un viaje de egresados a Villa Carlos Paz, ha causado gran conmoción. Los médicos que la atendieron en Córdoba y en Posadas, Misiones, informaron que murió de un shock séptico después de cuatro días de internación.
El infectólogo Oscar Herminio López, quien la trató en el Hospital Pediátrico de Posadas, declaró que Juanita ingresó a terapia intensiva en estado crítico. Al ser consultado sobre si el shock séptico fue causado por la Influenza B, explicó que este virus puede agravar el estado, pero rara vez causa la muerte. Sin embargo, puede debilitar las defensas, lo que facilita una infección bacteriana más peligrosa.
López describió la sepsis como un proceso infeccioso generalizado que afecta el corazón, arterias y venas, lo que provoca un fallo multiorgánico. Confirmó que existe una alta sospecha de infección bacteriana, pero hasta ahora no se ha podido identificar el germen, ya que los cultivos de laboratorio llevan tiempo.
El médico detalló que, en casos de shock séptico, es crucial recibir tratamiento en menos de una hora. Juanita solo había recibido antitérmicos, aunque no se aclaró quién lo prescribió. Su historia clínica es poco conocida por sus padres, quienes fueron informados de su estado crítico tras su ingreso a terapia intensiva.
Juanita había viajado a Villa Carlos Paz con compañeros del Instituto Cristiano República Argentina y sufrió una lesión en la rodilla en un tobogán de agua, siendo atendida en el Sanatorio Punilla. El doctor Oscar Funes, mencionado en el informe de la cobertura médica, indicó que fue informado sobre la lesión de Juanita y le administraron tratamiento inicial.
Funes no atendió a Juanita personalmente, pero sugirió que se le diera ibuprofeno. En la madrugada del 8 de octubre, recibió un llamado informando que la niña presentaba vómitos, y recomendó metoclopramida y un antipirético en caso de fiebre. Subrayó que es responsabilidad de los coordinadores buscar atención médica si un niño está mal, sugiriendo que se debe seguir el protocolo sin escudarse en la cobertura médica.