En pleno ajuste, Javier Milei se entusiasma: “Probablemente me den el Premio Nobel”
El presidente Javier Milei aceptó este lunes el Premio del Instituto Liberal de la República Checa, entregado en una ceremonia en el Palacio ofín de Praga. Durante su disertación, el mandatario mencionó haber sido galardonado también con el Premio Nobel de Economía.
“Con mi asesor, el Dr. Demian Reidel, estamos reformulando gran parte de la teoría económica para derivar la optimalidad de Pareto en estática e intertemporal, considerando funciones de producción no convexas”, declaró de pie en el podio del Palacio ofín de Praga, República Checa.
“Si nuestro trabajo tiene éxito, es posible que se otorgue el Premio Nobel de Economía, pero eso es parte de otra historia, ya que ayudaría a resolver este conflicto…”, agregó, enfatizando ante los reflectores: “desaparecería la disputa entre la fábrica de alfileres y la ‘mano invisible'”.
Además de aspirar al Nobel, Milei destacó la inflación y la falta de crecimiento económico como dos problemas prominentes del país, pero afirmó que existe potencial de crecimiento tras llevar a cabo el mayor ajuste fiscal de la historia en los primeros seis meses de su gestión.
Al abordar las reformas estructurales del Estado, el presidente señaló que, aparte de la Ley Bases, hay “más de 3.200 reformas pendientes” con el objetivo de ser “la nación más libre del mundo y aspirar a ser la más próspera, acelerando la convergencia mediante el uso de la Inteligencia Artificial”.
En otra parte de su discurso, Milei sostuvo que “el déficit fiscal es inmoral” por el hecho de que “debe ser financiado, y una de las maneras más inmorales es recurrir a la deuda, al endeudamiento”.
“¿Por qué? Porque la deuda implica impuestos futuros”, enfatizó el mandatario que reintrodujo el impuesto a las Ganancias y aumentó otros existentes.
“Asimismo, la recaudación fiscal puede lograrse mediante incrementos impositivos, lo cual equivale a un ataque a la propiedad. En realidad, si los impuestos alcanzan el 100%, estamos ante la esclavitud. A mayor tamaño del Estado, menor libertad”, concluyó.