El Gobierno avanzará con un nuevo acuerdo con el FMI

El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció este martes que el Gobierno avanzará con un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El jueves, el FMI evaluará un desembolso de USD 800 millones para Argentina. Posteriormente, según Caputo, se iniciarán las negociaciones para un nuevo programa.

“Desde el jueves vamos a negociar un nuevo programa con el FMI”, declaró el ministro en un evento organizado por la Fundación Libertad y Progreso en Buenos Aires.

Respecto a este acuerdo, Caputo mencionó que el objetivo es que la renegociación incluya la llegada de “nueva plata” al país para acelerar la eliminación del cepo cambiario. “Probablemente lleve algo de tiempo y no lo anunciamos ahora porque se debe acordar primero con el Fondo. Buscaremos que con este nuevo programa llegue nueva financiación”, explicó Caputo.

Durante su intervención en el seminario “El renacer de la libertad en la Argentina y el mundo”, el ministro afirmó que “esto es un cambio fundamental que llegó para quedarse; por eso, las cuentas siguen equilibrándose y estamos progresando”.

Al inicio de su presentación, el titular del Palacio de Hacienda señaló que “teníamos un país con problemas fiscales graves y repercusiones monetarias, financieras, cambiarias e institucionales. Era un paciente al borde de la vida. Tuvimos que realizar una cirugía que pocos esperaban. En apenas 5 meses, se hicieron cosas que en 100 años no se habían logrado”, mencionó.

Detallando cifras y contexto histórico, Caputo explicó: “Han pasado más de seis meses y es bueno hacer un breve repaso de lo acontecido. La situación era verdaderamente calamitosa: una combinación de lo peor de distintas crisis. Un déficit fiscal del 5%, un déficit cuasi-fiscal del 10%; en conjunto, un déficit consolidado del 15%, algo extraordinario”.

El ministro también destacó que al asumir el Gobierno, se encontraron “con un Banco Central al borde de la quiebra, 11.500 millones de dólares en reservas negativas, 3 bases monetarias como deuda remunerada, a una tasa que implicaba la emisión de una nueva base monetaria cada 3 meses y medio, acompañado de una inflación superior al 200% y la mayoría de los precios controlados”.