Economía volvió a posponer la suba del Impuesto a los Combustibles

La promesa de reducir la inflación o, más precisamente, de moderarla después de la sacudida que generó en los primeros meses del presente año, parece estar ejerciendo cierto freno sobre el incremento de los impuestos, que podrían eventualmente traducirse en un alza generalizada de los precios.

Por ejemplo, se esperaba una nueva actualización del Impuesto a los combustibles líquidos (ICL) a partir del primero de julio, con una proyección de aumento del 115% en la alícuota, lo que se traduciría en un incremento de hasta el 18% en el precio del litro de las naftas en las estaciones de servicio.

De haberse llevado a cabo la actualización y considerando el precio actual de la nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, se habría elevado a $1.068 por litro a partir del próximo lunes, impactando directamente en los bolsillos de los consumidores y repercutiendo en el costo final de bienes de primera necesidad.

Por ende, el ministro Luis Caputo optó por posponer nuevamente, el pasado jueves, el aumento programado para julio del impuesto a los combustibles. Concretamente, el tributo que incide en los precios de la nafta y el gasoil solo aumentará en un 1%, según confirmaron fuentes de la Secretaría de Energía a medios especializados.

¿Por qué los combustibles aumentan de precio?
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), mediante el Decreto 466/24 se dispuso que las actualizaciones al Impuesto a los Combustibles que corresponden a la inflación del cuarto trimestre del año 2023 y del primer trimestre de 2024, comiencen a regir a partir del 1 de julio.

Por lo tanto, a partir del próximo mes, se anticipaba un incremento del tributo de alrededor del 115%, pasando de $143 a $306 por litro. No obstante, el Ministerio de Economía decidió aplazar nuevamente este aumento.

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