Consumir agua segura ayuda a prevenir la salmonelosis y otras enfermedades
El agua es uno de los principales elementos necesarios para la vida de todos los seres humanos. Por ello es fundamental consumirla de forma segura, es decir, que se encuentre apta para el consumo humano y que sea de buena calidad.
El consumo de agua contaminada es una de las principales causas de enfermedad, como la salmonelosis, diarrea, disentería, entre otros.
Se dice que el agua es segura cuando, por su condición y tratamiento, no contiene microorganismos ni sustancias tóxicas de origen biológico, orgánico, inorgánico o radiactivo, que puedan afectar la salud de las personas.
El agua segura debe presentar sabor agradable y ser prácticamente incolora, inodora, límpida y transparente.
Debe usarse para beber, hacer hielo, lavarse los dientes, lavar los alimentos, cocinar, hacer infusiones, etc.
Se considera agua segura a:
El agua potable suministrada por la red pública
Aquellas que provienen de otras fuentes, como pozo, aljibe, cisterna, ríos, entre otras, que pasan por un proceso de desinfección.
Cómo obtener agua segura
Para obtener agua segura y potable existen diferentes métodos, algunos físicos, químicos o biológicos que sirven para eliminar o reducir la contaminación o las características no deseables del agua. Existen dos opciones:
Hervir el agua: Es la forma más segura de desinfectarla. Debe hervir durante 10 minutos. El tiempo debe contarse desde que salen las burbujas. Esperar a que se enfríe para usarla y/o guardarla. Hervir el agua hace que disminuya la probabilidad de bacterias y se eviten enfermedades como el cólera.
Desinfección con lavandina: colocar entre una y tres gotas de lavandina por cada litro de agua a tratar. Dejar reposar 30 minutos antes de consumirla y guardarla en un envase limpio.
Si el agua está muy sucia, antes de potabilizarla se recomienda filtrarla con una tela limpia.
El hervido, el agregado de lavandina y la filtración son formas importantes de desactivar los patógenos microbianos, aunque no eliminan las sustancias químicas nocivas.
Uso del agua
El agua puede ser utilizada con tres fines diferentes:
Consumo familiar: es la que se consume y utiliza en la preparación y limpieza de los alimentos.
Higiene personal: es la utilizada para la higiene y aseo personal (bañarse, lavarse las manos, cara y dientes, etc.), para limpiar la casa y al lavar la ropa.
Cocina y el hogar: para cultivo de frutas, verduras (agricultura familiar) y para los animales de granja.
Diferentes tipos de aguas
Parece que todas las aguas son iguales, pero existen diferencias entre ellas. Básicamente todas son incoloras e inodoras, pero presentan diferencias significativas entre sí y tienen un sabor sensiblemente distinto.
Agua potable: Proviene de un suministro público, de un pozo o de otra fuente ubicada en los reservorios o depósitos domiciliarios. Es tratada y apta para el consumo humano
Agua potable envasada: Es de origen subterráneo o proviene de un suministro público, que se comercializa en botellas, contenedores u otros envases.
Agua mineral natural: Es apta para beber, de origen subterráneo, procedente de un yacimiento o estrato acuífero no sujeto a influencia de aguas superficiales. Envasadas en el lugar de origen.
Agua mineralizada artificialmente: Agua potable adicionada de minerales de uso permitido, gasificada o no, envasada en recipientes bromatológicamente aptos.
Importancia de mantener el tanque de agua limpio
Para tener agua segura en los hogares y establecimientos elaboradores de alimentos, es fundamental los tanques de almacenamiento en condiciones adecuadas de higiene.
Para ello, se recomienda efectuar limpieza y desinfección de manera periódica, una vez al año, en lo posible con personal idóneo, para garantizar su eficacia y evitar inconvenientes con el uso de productos no adecuados.
Primero se debe vaciar el tanque. Para ello, cerrar el ingreso de agua y todas las llaves de paso por las que el agua baja a la casa y abrir la llave de desagote.
Una vez vaciado, limpiar bien las paredes del tanque con cepillo o escoba, retirar restos de suciedad acumulados, abrir la llave de ingreso de agua mientras se continúa limpiando paredes y fondo. Volver a vaciar y enjuagar las veces que sea necesario.
Abrir la llave de ingreso de agua hasta alcanzar entre 20 y 30 centímetros. Agregar dos tazas de té, de lavandina concentrada común, sin perfume, previamente diluidas en agua. Lavar las paredes del tanque con esa solución.
Vaciar por desagote y enjuagar bien, hasta que esté completamente limpio. Abrir las llaves de los caños de bajada a la red interna. Abrir canillas durante un rato, para que escurra el agua.
Finalmente, se recomienda reemplazar los tanques de fibrocemento por otros de material plástico o acero inoxidable.
Fuente: Secretaría de Prensa y Comunicación